Primer libro publicado por mi amigo José Montes, "Fortaleced las manos, enderezad las rodillas" es un ensayo sobre el compromiso social necesario y las claves para que éste sea sostenible en el tiempo.
A través de sus más de 470 páginas el autor hace un recorrido sobre los principales temas que tienen que ver con el entorno social en el que vivimos, y lo hace desde su militancia católica y su compromiso personal con los empobrecidos.
La reacción inexcusable ante lo que está cayendo sólo es posible desde un análisis crítico, un abrir los ojos y una búsqueda de causas y efectos. A través de sus 50 capítulos, donde se hace un repaso a todas y cada una de las dimensiones que componen nuestra realidad individual y social, José Montes nos propone su visión particular, apoyada en un análisis riguroso, y sus propuestas de acción. Asuntos como el Ser Humano, la Libertad, la Educación, la Democracia, los Partidos Políticos, los Derechos Humanos, la Economía, la Banca, la Solidaridad... Son tratados con una pedagógica visión sociológica y una apuesta decidida por la revisión en clave de justicia social.
Comprometerse con el cambio social y mantener ese compromiso en el tiempo no es fácil, el desgaste emocional, las frustraciones más que frecuentes y los interminables debates incluso con los que están a tu lado hace que muchos se queden en el camino y desistan. Este libro quiere ser también un aliento, un apoyo intelectual y razonado a que la lucha debe de continuar, a pesar de todo. Porque es mucho lo que nos jugamos.
Este tratado va también dirigido a todos aquellos que aún no han encontrado motivos para indignarse y que siguen al margen de los acontecimientos, como si esto fuera posible. Les invita a formarse y a informarse, a ser críticos y a no ser idiota -luego explico esto-.
La portada está realizada por Pablo C. Revidiego, otro artista amigo que ha creado un diseño original donde, en palabras suyas, se sugiere "lo que está por acabar".
La portada está realizada por Pablo C. Revidiego, otro artista amigo que ha creado un diseño original donde, en palabras suyas, se sugiere "lo que está por acabar".
Sobre el autor:
El autor |
José Montes Martín es malagueño, nacido en 1958 el 25 de
Marzo, festividad de la Encarnación. Tal vez esta fiesta, que celebra la
humanización de lo divino y la divinización de lo humano, haya tenido que ver
algo en su pretensión personal de compromiso con lo humano
y lo social desde
sus convicciones cristianas.
Nació y creció en
una familia humilde y, en la actualidad, es vecino de un barrio con especiales
necesidades de transformación social de su ciudad natal. Desde hace algunos
años encamina su vida profesional hacia la promoción de empresas de
inserción laboral.
Cuenta con una
amplia experiencia de vida asociativa, habiendo sido presidente de varias
entidades. Tiene una dilatada trayectoria de dedicación voluntaria al desarrollo integral de la infancia y juventud más
desfavorecida. Participa del movimiento vecinal y en planes y
proyectos socio-comunitarios.
Le incumben los
problemas sociales y políticos de la actualidad, ante los cuales, pretende
mantener una implicación
constructiva que
dice armonizar sin problemas, por coherencia y necesidad, con su fe y compromiso cristiano. Es un
indignado activo que sigue confiando en la fuerza de la verdad y que aspira,
con constancia y paciencia, a mantenerse en el difícil equilibrio de una vida
contemplativa en este mundo frenético.
Puedes leer un capítulo del libro si pinchas aquí.
Mi comentario:
He tenido la suerte de ser uno de los primeros en leer este ensayo o tratado como prefiere llamarlo el autor, porque he tenido la suerte de pelear muchas batallas con Pepe Montes desde hace más de treinta años, muchas batallas y muchos debates, que todo hay que decirlo. Aunque yo últimamente no me levanto muy católico, él ha seguido fiel en su fe y en su compromiso, con una coherencia de vida difícil de encontrar hoy en día. Así que me sentí muy honrado cuando me propuso escribir el prólogo y yo, que a veces soy mu atrevido, le dije que sí.
Y para una vez que me puedo copiar a mí mismo, os dejo un amplio extracto del mismo. Por cierto, aprovecho para meter la cuña crítica que si no, no parece que esta reseña la haya escrito un servidor, a la editorial hay que decirle que para la próxima tirada revise la edición, en el prólogo se han comido varias palabras que dejan sin sentido algunas frases. Os dejo el texto original:
Prólogo.
El prologuista |
Afirma el filósofo Fernando Savater en su ensayo “Política
para Amador” que “los antiguos griegos a
quien no se metía en política le llamaban IDIOTÉS; una palabra que significaba
persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las
pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas por todos. De ese “idiotez”
griego deriva nuestro idiota actual”.
No hace mucho me he encontrado con la siguiente frase en
las redes sociales: “A usted, ¿no le
interesa la política? Los políticos deciden por su salud, educación, por su
salario, por su trabajo, venden los recursos naturales a empresas extranjeras,
deciden perdonar a los grandes bancos, los mismos que a diario le embargan sus
bienes… ¿A usted, no le interesa la política?”.
Y así podría seguir citando frases, reflexiones,
estadísticas y datos que demuestran hasta qué punto, como llegó a decir Martin
Luther King, “Nuestra generación no se
habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor
silencio de los bondadosos”. Y es que ahora más que nunca, la información
fluye, la capacidad de convocatoria se dispara y las posibilidades de romper el
status quo se multiplica hasta el infinito. Por eso, ahora más que nunca,
resulta desconcertante el silencio de los buenos.
Están desmontando, de a poco, el Estado del Bienestar, que
bien o mal había permitido a una parte de la humanidad avanzar en derechos
sociales, bajo el paraguas de una sociedad mínimamente justa y solidaria. Nada
fue regalado, costó muchos años de lucha y compromiso activo de nuestros abuelos
para que todos tuviéramos derecho a cosas que ahora nos parecen de cajón pero
que, ni antes ni aún hoy en la mayor parte del globo, están reconocidas. El
derecho a una jornada laboral que sea compatible con la vida familiar, el
derecho a unas vacaciones pagadas, el derecho a no ser despedido
arbitrariamente y sin indemnización, el derecho a tener representación
sindical, el derecho a la huelga y a la propia jubilación, son, como aquél que
dice, derechos que tienen dos días. Y lo mismo podríamos decir del derecho a la
educación y a la sanidad universal y gratuita, a la participación política, a
la de asociarse, a la de reunirse etc. etc. etc.
...
Hay una pregunta simple que todos nos podríamos hacer ¿a
quién beneficia esto? En la respuesta está la clave, la raíz y el porqué de
todo. Los beneficiados son los que han provocado y están sacando rédito de la situación. Que no
me cuenten milongas sobre oportunidades en tiempos de crisis. Nos están robando
y pretenden esclavizarnos. Una de las mayores tropelías de los últimos tiempos
la cometió el PSOE cuando aprobó, con el apoyo del PP, modificar la
Constitución para dar prioridad, por encima de cualquier otra necesidad básica,
¡al pago de los intereses de la deuda! Sé que alguno, y alguna, pensará que
exagero, lamentablemente cuando lleguemos a saber si es así o no, será
demasiado tarde.
Pero lo que clama al cielo es que en esta sociedad del
espectáculo, quienes permanecen indiferentes e inactivos, tienen más peso y
capacidad para determinar el futuro, por omisión, que quienes intentan, dentro
de sus posibilidades, complicarse la vida y luchar por una sociedad más justa y
por un futuro acorde con la dignidad humana.
El ensayo que tienes entre tus manos, es un esfuerzo, una
invitación para analizar la realidad en todas sus facetas, tomar conciencia de
ella y juzgar en consecuencia. No es una invitación teórica, es una puesta en
situación para iniciar el sendero imprescindible. Una vez juzgada la situación
con ojos críticos, hay muchas y variadas cosas que los ciudadanos podemos hacer
para participar activamente en la construcción de otro mundo posible. Tan sólo
hay una que no nos podemos permitir, la indiferencia."
Bueno esta es la reseña que más me he currado, ya te habrás dado cuenta, me he vestido de traje para la ocasión, pero es que el autor lo merece, no va a tener -al menos por ahora- mucha difusión en los medios y, de paso, celebro los dos años que en estos días cumple este rinconcito que mantengo al ralentí pero que me permite estar en contacto con vosotrxs para hablar de libros. Gracias por estar ahí, por vuestras visitas y comentarios.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, incluyo un enlace a la página del libro donde se puede comprar; el autor lo agradecerá y tú también:
Por una vez, y sin que sirva de precedente, incluyo un enlace a la página del libro donde se puede comprar; el autor lo agradecerá y tú también:
No suelo leer ensayos, únicamente ficción, pero tras esta entrada tan buena y completa y por el tema que trata, no descarto hacerle un hueco a este ensayo en 2013. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder a mí los ensayos tampoco me entusiasman, siempre los leo a la par que alguna novela. El tema es de total actualidad con la que está cayendo, una disección de la realidad que admite numerosas lecturas y ésta es una de ellas.
EliminarBesos!!
Primero feliz cumple-blog, y ¡por muchos años! segundo no pienso hablar de eso de que la gente que no se manifiesta es porque está de acuerdo con este gobierno de(ohmmmmmmmmmm, ohmmmmmmmmmmmmm, ohmmmmmm, es que me caliento) de todos es sabido que sólo nos manifestamos los feos, lo ha dicho una gloria del teatro, el mejor actor de España, onde va a parar....tercero, Antonio, me ha gustado mucho el fragmento del prólogo ;) y creo que me va a gustar mucho el ensayo. Un beso grande
ResponderEliminarGracias Alma, lo primero. Pues sí cada día hay un nuevo motivo pa calentarse y nuevas sorpresas de mentes eminentes que no se cortan en expandir su sabiduría magistral, lo segundo. Me alegro de que te haya gustao el fragmento y más me alegraré si te gusta el libro, lo tercero :).
EliminarBesos también para tí!!
Me pasa como a Goizeder, que no suelo leer ensayos, pero esta vez voy a hacer una excepción, que el libro lo merece y más tras leer tu estupenda reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues ya somos tres Margari, espero que la excepción no te defraude, hay mucha lucidez entre sus líneas y de eso estamos muy escasos últimamente.
EliminarUn besote!!
Pues mira, Antonio, a mí me has convencido, y se lo voy a comprar a tu escritor, porque después de ese prólogo con pincho eléctrico que incita a la movilización, está el escritor que además de hacer esta especie de ensayo, lleva una vida de acrividad detrás. Sí es patético que se apropien del supuesto pensamiento de la mayoría silenciosa, ¿qué sabrán lo que piensan los que no salen y por qué?
ResponderEliminarSi ha merecido que te curraras tanto la entrada.
Por cierto, buena plana la imagen del prologuista :D
¡Ay cómo echo de menos no tener los emoticonos de tu blog para aplaudirte con fuerza! Tienes toda la razón Icíar, el compromiso del autor es su mejor tarjeta de garantía, no habla de oídas, lo hace desde la reflexión y la experiencia cotidiana. Espero que te guste. En cuanto a lo de la imagen del prologuista puro photoshop jajaja
Eliminar¡Qué descanses y disfrutes estos días de Navidad!
Besos!!
Me suelen dar miedo este tipo de libros, al menos hasta ver como van encaminados. Asíq ue me paso a empezarlo antes de decidirme
ResponderEliminarBesos, Antonio. Una entrada fantástica.
Ah, Feliz Navidad
Échale un vistazo, creo que no te defraudará.
ResponderEliminarBesos!!