Sinopsis:
Isabel Allende en "El cuaderno de Maya" nos describe la vida de una joven de 19 años que ha tenido que ocultarse en la isla chilena de Chiloé al sur del mundo. A través del cuaderno donde Maya, la protagonista, va anotando sus vivencias y recuerdos, el lector asiste como testigo privilegiado a lo que ha sido y es la vida de esta muchacha, escondida para poder escapar de un mundo oscuro que la llevó a conocer lo peor del ser humano.
En un continuo salto temporal, Maya nos lleva de la mano a recorrer su infancia feliz con sus omnipresentes abuelos Popo y Nini que hacen las veces de padre y madre hasta que, en plena adolescencia, la desaparición del primero la rompe hasta hacerla caer por un tobogán suicida que la lleva a descubrir el mundo del narcotráfico, el alcohol y la dependencia, sumergiéndola en las profundas aguas de la autodestrucción y la degradación absoluta.
Milagrosamente se salva y escribe, a modo de terapia, desde la exótica isla de Chiloé donde vive con un amigo de su Nini en una casa sin puertas. A la vez que asistimos a sus recuerdos, experimentamos también la vida en ese lugar alejado, tranquilo, donde unas trescientas personas algo aisladas, han construido una convivencia llena de leyendas y secretos a voces, pero también de solidaridad y magia.
El pasado se une al presente y el lector asiste al descubrimiento de la verdad que hay en cada protagonista y a la evolución de la propia Maya en una joven capaz de asumir las pérdidas y enfrentarse a la vida con la riqueza que supone todo lo vivido, lo bueno y lo malo.
"Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mis personajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado". Isabel Allende.
Mi comentario:
Una vez más Isabel Allende no me ha defraudado. Disfruto con la narrativa de esta mujer y con su ingenio para la ironía y el sarcasmo que, sobre todo en las primeras páginas, destila este libro; esto hace que pronto te sumerges en su lectura y vayas descubriendo poco a poco la trama que engancha y de la que ya no te puedes soltar.
El entorno geográfico y ambiental de la novela transcurre fundamentalmente entre Berkeley donde vive con sus abuelos, Las Vegas donde vive en el infierno y el islote en el archipiálago de Chiloé donde vive en el presente y desde donde escribe en el cuaderno con las páginas en blanco que su Nini le regaló. De manera reiterada la autora nos lleva de un entorno a otro para ir descubriendo los diferentes secretos que esconden tanto Maya, como su familia, como el hombre que la ha acogido en su casa; el solitario y uraño Manuel Arias.
Me gusta como trata Isabel Allende a sus personajes. Hay a los que directamente los reviste de fuerza y autoridad incansables y son el referente, mientras que a otros los adorna de contradicciones y dudas, de avances y retrocesos, y en los que la mayoría podemos vernos reflejados. El crisol es bastante interesante, atormentados unos, lúcidos otros, pero casi todos fuertes y afrontando con valentía los zarpazos de la vida. Como siempre la autora juega con lo mágico y, en este caso, con algo de novela negra. Pero lo que más me interesa es cómo presenta las distintas realidades que hacen compleja la condición humana y donde las cosas no son como parecen. También nos sumerge en el oprobio de la dictadura chilena
para recordarnos, en unas pocas pinceladas, el horror allí vivido y sus
consecuencias.
En definitiva, una novela imprescindible para los Isabel Allende adictos, como es mi caso, y muy recomendable para cualquiera que se quiera acercar a su manera de escribir. Aunque esta novela es distinta a otras, no pierde el estilo de la autora que, creo, va transmitiendo en el transcurso de la redacción sus diferentes estados de ánimo; para mí que esta novela, hacía la mitad, se le hizo cuesta arriba, pero al final la remata con un buen final en el que no pierde credibilidad.