Sinopsis:
Bueno como ando de tiempo na más que regular, la sinopsis del libro la voy a dejar en manos de este trailler que resume bastante bien de qué va la historia.
En el número 7 de la calle Grenelle, situado en un barrio burgués de París, casi todo es lo que parece (al contrario de lo que dice la contraportada) pero hay un par de personajes que no encajan: La portera y una niña de 12 años cuya vida interior es mucho más rica de lo que aparentan:
Mi comentario:
Esta novela de Muriel Barbery me ha resultado una lectura divertida y con un fondo de armario bastante profundo. Y eso que al principio cuesta cogerle el tranquillo, no terminas de verlo claro pero continúas leyendo porque te han hablado muy bien de ella y, por una vez, finalmente te alegras y encuentras el fruto deseado.
Cuando lo hice, volví al principio y comencé de nuevo a leer lo leído pero esta vez con una perspectiva distinta que me hizo sacarle mayor partido y acometer el resto con los mimbres necesarios para no dejar puntada sin hilo.
El tema es simple, la trama sencilla y los personajes secundarios bastante planos; sólo están ahí para remarcar el contraste con los principales protagonistas de la historia que son la portera Michel o Renée según se mire, su amiga Manuela, la niña Paloma y un último y decisivo japonés, Kakuro, que llega para abrir muchos ojos.
Aunque a veces cuesta trabajo verlo en algunos, todos tenemos una vida interior que va mucho más allá de lo que mostramos y que nos hace ser personas distintas a la que ven los demás. Sobretodo a esos demás que no ven más allá de sus narices. Estamos rodeados y mediatizados por estereotipos que nos recortan, nos impiden ver los colores y disfrutar de los pequeños detalles que, como oasis en medio del desierto, nos hacen la vida llevadera.
En "la elegancia del erizo" se nos habla de filosofía, de lecturas que nos conforman y nos hacen crecer, de la música que nos transporta y de un mundo interior que no queremos poner en evidencia para protegernos del mundanal ruido. Utilizamos las espinas para marcar nuestro territorio y sólo unos pocos sabrán verlo, la mayoría nos tratará como bichos raros y poco comunicativos. ¡Ay de aquellos que no saben de lo que hablo!
La superficialidad lo impregna todo, hay una mayoría incapaz de disfrutar de una buena lectura, sordos de la música clásica, ciegos ante un cuadro, discapacitados para el silencio o la reflexión. Adictos al vértigo de vivir sin pararse, del ruido que atonta los sentidos, del divertimento cansino e interminable. Lo confieso, en muchos momentos soy un erizo, sólo espero tener algo de elegancia.
Bueno, a ver si me estoy pasando. Detrás de la portera Michel hay una persona extremadamente culta y autodidacta, Renée. Detrás de su amiga Manuela hay una mujer sabia, de esa sabiduría que da la vida para quien sabe leerla. Detrás de la niña Paloma que parece mediocre hay una superdotada. Detrás del adinerado Kakuro hay una persona sensible que sabe ver más allá. Y como se parecen a pesar de las diferencias, se reconocen.
Libro, por tanto, muy recomendable y digno de ser leído con la pausa que corresponde a todo lo que merece la pena. Porque no todo el mundo es lo que parece ni todos los libros terminan siendo como te crees en un principio.
Libro, por tanto, muy recomendable y digno de ser leído con la pausa que corresponde a todo lo que merece la pena. Porque no todo el mundo es lo que parece ni todos los libros terminan siendo como te crees en un principio.